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¿A qué se debe la reciente escasez de alitas de pollo a nivel mundial?

Hace algunos años las alitas de pollo eran las sobras de algunos restaurantes y en los hogares se descartaban, en algunas ocasiones eran el platillo preparado para las mascotas, en general no eran costosas ni muy buscadas. Casi siempre los consumidores buscaban esta proteína para aprovechar otras zonas como la pechuga o los muslos, las alas eran lo que nadie compraba hasta que se fueron creando preparaciones exquisitas con ellas y se convirtieron en una moda en el ámbito gastronómico mundial.

Lo importante en el tema es que no termines pagando demás por las alas y que progresivamente la industria avícola en los países afectados puedan ir solventando esta crisis, porque abarca muchos lugares importantes, cuya gastronomía es basada en carnes o pollo, además de que esta escasez complica muchas cosas más.

¿Por qué hay escasez de alitas de pollo?

En un principio debemos mencionar que en toda Latinoamérica se ha presentado un problema en la producción de alitas, porque los mataderos y grandes fábricas producen por igual pero hay una mayor demanda en estos productos, aún más con el confinamiento que obliga a las personas a cocinar en casa casi todo el tiempo. El COVID junto a todo el tema pandemia ha implicado un cambio en toda la rutina, en los hábitos que ya se tenían y por ende más de una familia se ha tomado el atrevimiento a probar recetas que hay en internet o en los nuevos restaurantes donde hacen preparaciones exquisitas con esta parte del pollo.

La escasez se dio particularmente en México, Canadá y Estados Unidos, países que se han adaptado a la comida rápida en su día a día, lo realmente importante es que se están haciendo los esfuerzos para mejorar la producción. Este fenómeno se debe a que cada pollo apenas tiene 2 alas, por ende, si vienen los grandes locales a comprar 10 kilos de alas y apenas un par de pechugas, obviamente no quedarán para otros usuarios, así es como se genera esta baja en las ventas o escasez.

Cuando se levanta la demanda de una parte en particular de esta proteína y no se puede producir más de la misma, los usuarios van quedando insatisfechos, los negocios de comida no pueden seguir ofreciendo sus recetas, como última consecuencia este problema se podría presentar en el mundo entero, porque ningún país tiene la capacidad de producir alitas de pollo a gran escala. La mejor muestra de todos estos  cambios es el precio, que antes del encierro por pandemia rondaba los 47 pesos y actualmente está aproximadamente en 62 pesos por kilogramo, lo que significa un 25% de aumento.

¿Cómo afecta la escasez al usuario?

En el caso de los pequeños compradores no hay un mayor cambio, ellos suelen comprar pequeñas cantidades que no van a afectar a los productores ni vendedores, pero si se pueden llevar un mal momento al no conseguir lo que desean en sus supermercados y tener que comprar otra parte del pollo como la pechuga. La compra de pollo es rentable, a muchos ni siquiera les afectará en sus preparaciones el no tenerlas, eso sí, debemos acotar que habrá una afectación en su bolsillo cuando consigan esta proteína pero mucho más costosa de lo normal.

En cuanto a los grandes negocios que necesitan de alitas de pollo para funcionar, para vender, si hablamos de un problema que puede detener sus ventas o tener un pequeño dilema en materia económica. Si no consiguen en sus proveedores, simplemente no pueden hacer sus platos y si las alitas ocupan gran parte del menú tendrán grandes pérdidas de clientes. Al mismo tiempo, si siguen comprando pero en un precio elevado, ya que se habla de un aumento en costos, tendrán que subir el monto de cada plato del menú y muchos comensales no podrán pagarlos ni siquiera ocasionalmente.